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Docentes y académicas presentan libro con ejemplos prácticos para relevar la enseñanza de la gramática en la escuela

27 de Marzo de 2024

Por décadas los currículos escolares tendieron a suprimir la enseñanza de la gramática. El libro “Gramática para la escritura escolar”, editado por LOM, propone retomar su enseñanza, con un enfoque con sentido y contextualizada para niños y niñas.

La enseñanza de la gramática en la escuela ha sido motivo de debate en los currículos nacional e internacionales desde hace décadas. Una serie de estudios concluyó que, en una clase tradicional de gramática, esta se enseña explicando y aplicando términos que están al margen del aula y de los alumnos, por lo que su aporte a la enseñanza del lenguaje escrito en la escuela fue cuestionado. Por ello, los currículos escolares, tanto en Chile como en Hispanoamérica, tendieron a suprimir su enseñanza, desde los 80, para transitar hacia un enfoque comunicativo con un foco en el uso del lenguaje oral y escrito.

Sin embargo, recientemente han surgido nuevas voces que reivindican la importancia de la enseñanza de la gramática, como un objeto de estudio válido y culturalmente relevante y cuyo fin es comprender el funcionamiento de nuestra lengua, herramienta clave para la comunicación. Por eso, varios países (Reino Unido o Nueva Zelanda, por ejemplo) la han reincorporado como un contenido curricular independiente o bien articulado con la escritura. En el caso de Chile, el actual currículum para la educación básica propone algunos contenidos gramaticales en el eje de escritura de la asignatura de Lenguaje, aunque con un débil grado de profundidad y sistematicidad.

Es en ese contexto que nace el libro “Gramática para la escritura escolar” (LOM Ediciones) , de las académicas y docentes Gabriela Osorio (docente de aula), Carmen Sotomayor (CIAE e Instituto de Estudios Avanzados en Educación U. de Chile), Carmen Julia Coloma (Departamento de Fonoaudiología e Instituto de Estudios Avanzados en Educación U. de Chile) y Renata Bennet (Instituto de Estudios Avanzados en Educación U. de Chile).

“El libro nace de fuerte motivación para recuperar la enseñanza de la gramática de la escuela. Se inserta en esta nueva línea de investigaciones que postula que la enseñanza de gramática articulada a la escritura permite reflexionar sobre la lengua y enriquecer la producción escrita”, señala la directora del Instituto de Estudios Avanzados en Educación y una de las autoras del libro, Carmen Sotomayor.

Destinado tanto a docentes como estudiantes, el libro ofrece una propuesta de enseñanza de la gramática integrada a la escritura, con ejemplos concretos para trabajar la escritura de cuentos y artículos informativos en segundo ciclo de enseñanza básica.

“Esta obra se inscribe en discusión de larga data, pero este libro descansa en ideas que superan la forma en la que se ha abordado el tema… Se trata de una nueva concepción de gramática al servicio de configuración textual o discursiva, es decir, para resolver problemas concretos de escritura que enfrentan los estudiantes”, señala el presidente de la Academia Chilena de la Lengua, Guillermo Soto.


La escritura como herramienta de justicia social
Según este nuevo cuerpo de evidencia, los conocimientos gramaticales no sólo son útiles para la enseñanza del texto escrito, también entregan luces sobre cómo funciona la mente humana y pueden facilitar el razonamiento de los estudiantes y estimular sus habilidades de pensamiento crítico. “Enseñar gramática es un acto de justicia social. Porque nos da la posibilidad de abrir a los niños y a las niñas un mundo de opciones para crear un discurso capaz de transformar el mundo que los rodea”, dice María Celeste Abarca, profesora general básica con mención en Lenguaje de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

“La clase de lengua debiese enseñar lengua, no solo a leer y escribir. Esto, además de mejorar el uso de su propia lengua, permite mejorar habilidades de otras asignaturas que están presentes en todo el currículo escolar, como el análisis, el pensamiento crítico, la capacidad de abstracción”, agrega Gabriela Osorio, otra de las autoras, quien es docente de aula y licenciada y magíster en lingüística. Pero aclara que esa enseñanza de la gramática debe ser comunicativa, es decir, con una reflexión centrada en el significado; con sentido para los escolares; y contextualizada, que tenga un destinatario real, que no sea solo el docente. En ese sentido, el libro propone actividades de escritura contextualizadas y con sentido, es decir, se vale de textos, creados por los propios escolares, para explicar o reflexionar sobre determinados contextos escolares.

Por esto, las autoras concluyen que la gramática merece estar de vuelta en las salas de clases. “Abogamos por una gramática no tradicional, no congelada, sino viva, que se convierta en un ejercicio creativo en el que tanto profesores como estudiantes no tengan miedo a experimentar”, señala Gabriela Osorio.

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