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Académico IE: "Fue gracias al movimiento estudiantil de 2011 que en Chile se abrió la posibilidad de preguntarse por asuntos que antes ni siquiera hubieran podido formularse"

29 de Septiembre de 2020

El académico del IE, Andrés Donoso, analiza, en artículo publicado en revista internacional, los logros, críticas y méritos del movimiento estudiantil de 2011.

El movimiento estudiantil de 2011 no avanzó en abandonar la lógica neoliberal que rige en la educación superior chilena desde los años 80. Sin embargo, tuvo conquistas tangibles a mediano plazo y logró generar un debate, que transciende la frontera nacional y que permitió preguntarse por asuntos que antes eran impensados.

Así lo plantea el académico del Instituto de Estudios Avanzados en Educación, Andrés Donoso, en su artículo “Movimiento estudiantil chileno de 2011 y la lógica educacional detrás de su crítica al neoliberalismo”, publicado en la revista Educação e Pesquisa, en el que analiza el trasfondo educacional de la protesta estudiantil.

El autor, quien es antropólogo y Doctorado en Integración de América Latina de la Universidade de São Paulo, postula que, de esta forma, el movimiento estudiantil chileno de 2011 fue, en más de alguna medida, “esa protesta que en 1981, cuando la dictadura imponía en la universidad la lógica neoliberal, no pudo darse porque todas las energías estudiantiles estaban enfocadas en acabar con el régimen autoritario”.

En su análisis, el académico plantea que algunas de las ganancias tangibles del movimiento estudiantil a mediano plazo fueron la baja de la tasa de interés de los créditos para estudiar, la derogación de la legislación que impedía la participación del estudiantado en los gobiernos universitarios, la creación de una Superintendencia de Educación para fiscalizar el cumplimiento de las normativas vigentes y la implementación becas completas de arancel para los estudiantes de los quintiles más pobres. Pese a ello, afirma que nada se avanzó en acabar con el lucro en la educación superior y, por lo mismo, nada en abandonar la lógica neoliberal. “Aunque es imposible desmerecer la importancia de estas conquistas para los estudiantes directamente beneficiados, miradas, en conjunto, ellas no dejan de ser un triunfo para esa parte de los sectores dirigentes que deseaba perpetuar la estrategia imperante”, dice Donoso.

Sin embargo, como señala el académico del IE en su artículo, “subvertir el orden vigente no es una vara sensata para evaluar si un movimiento resulta o no victorioso, sobre todo si se concuerda con la interpretación que abre este artículo referida a que varias décadas de hegemonía neoliberal no pasan en vano”.

Por ello, Donoso resalta, más bien, el hecho de que el estudiantado haya logrado cuestionar la hegemonía del neoliberalismo para sacarlo de su pedestal de pensamiento único y aterrizarlo a su condición de ser una alternativa más para organizar la sociedad. “¿Qué quiere decir esto? Que para muchos, desde entonces, el neoliberalismo ya no es el único ordenamiento social, tampoco el mejor, ni siquiera el más eficiente”, postula el artículo.

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